sabiduria

Monday, November 13, 2017

SERVIR


Tengo un buen amigo, peluquero de profesión a quien le doy mis escritos porque le agrada mucho leer y hoy, hizo un comentario que me agradó: “Doctor, me gusta leer sus escritos porque además de ser muy asertivo, que dice lo que piensa, transmite sus angustias, ansiedades, y problemas personales de manera que uno se sirva de ellos para aprender” De sus palabras me nace el deseo de definir lo que es: servir.
Pues no anda muy perdido el “maestro peluquero” porque el fin que persigo al escribir es precisamente el ser útil, servirle a quien lea mis letras. Y es que un acto servicio, automático, liberador de frustraciones y problemas, refleja con intencionalidad sincera  nuestra manera de ser, de comportarse, de razonar, y de luchar por ser mejores, para que quien nos lea, encuentre un camino viable y seguro que le aclarará la conciencia y la vista interna para visualizar la resolución de tanta dificultad que nos aflige, puesto que la mayoría, los que vivimos en este mundo hostil que nos rodea, sentimos miedo, angustias, preocupaciones; como si de un momento a otro fuera a estallar una bomba a nuestros pies. San Agustín decía que escribir nuestros pensamientos y penas era la raíz de una moralidad, como un camino hacia la virtud.
Viéndolo de esa manera, ser un sirviente es un honor, es el maravilloso compromiso de ayudar a nuestro hermano a encontrar el tesoro de virtudes que yace enterrado en lo profundo de su alma y que se sirva de él como si fuera a darle la mano al hermano que ha caído; es, pues la realización del hombre en un servicio impregnado del más puro amor; pero, ¿Cuál es la verdadera razón de esto? Bueno, medita y pregúntate y te darás cuenta de que Dios nos envió a este mundo a servir con acciones honestas que hagan realidad nuestra intención de ayudar a construir un mundo mejor para vivir.
Es igual que dar voluntariamente parte de tu vida para que otro viva en mejores condiciones, es el acto del “niño interior”, del ego, de entregar lo mejor de sí, lo que es en sí mismo sin esperar servirse de aquellos a quienes da. Es cierto que en toda empresa o institución hay un jefe con un personal a su servicio, sus empleados, quienes a pesar de devengar un salario se dan cuenta claramente que su jefe tiene la responsabilidad
                                                     2
de manera iterativa o recurrente como líder, de permanecer atento al servicio de sus trabajadores, de sus empleados quienes laboran bajo su dirección para llegar a un fin, una meta, un objetivo.
Cuando pienso en todo esto anterior se me viene a la mente la palabrita “pastor”, no el que guía a sus ovejas, sino aquel que se para frente a un grupo en una iglesia y desarrolla temas bíblicos con el objeto de que quienes le oyen, cambien su vida por otra mejor. Lástima que muchos de estos guías han caído bajo las garras de la ambición, porque a menudo les vemos en sendos y lujosos automóviles, viviendo en casas con todo el lujo posible; y hay más, pero no quiero profundizar en esto porque siento como náuseas…
Perdónenme, pero esto de servirse de los demás llega a destruir toda relación interpersonal lesionando la autoestima del pobre quien, inocentemente les escucha y que se siente obligado a dar, a servir; sin darse cuenta que lo que hace, es enriquecer al patrón…
Me agrada cuando en una empresa, fábrica, institución, etc. Se establece un acto de colaboración transversal, de diálogo constructivo que no es más que un ejemplo de grandeza humana donde el jefe, se siente profundamente fortalecido y se llena de ánimo al darse cuenta de la generosidad, humildad y espíritu de servicio de sus empleados.
Alguna vez se han preguntado ustedes por qué Jesús lavó los pies de los apóstoles? Porque al hacerlo, al lavar y secar los pies a sus discípulos, les estaba dando una enseñanza de humildad y verdadero amor. Y Él, vino a servir no a que le sirvieran, y tú, engreído, quien muestras con orgullo tu poder y peroras que no naciste para ser el sirviente de nadie, ¿No te das cuenta de lo poco que eres? ¿Acaso no sabes que quien más sirve es mucho más hombre, el mejor amigo, el esposo ideal, el padre más útil para un hijo?
Servir es un acto de nobleza que está emparentado con el éxito porque todo aquel que da lo mejor que tiene, posee una gran virtud que unos ojos divinos ven con satisfacción desde lo alto quien no ve huellas de egoísmo; y, al contrario de desvirtuar tus cualidades, las adornas con lo más bello del ser humano: el amor.
                                                 3
Por todo lo antes expuesto, te exhorto a que practiques constantemente tus virtudes especialmente la del servicio a los demás, da y sirve incesantemente porque algún día recibirás con creces ya que es una cualidad muy positiva para ti, como persona, y para quienes te rodean. No importa si tu servicio es pequeño, humilde, sin importancia aparente, todo tiene gran valor ante Dios; y recuerda que en todas partes y en todo momento está la oportunidad de ser útil, sirviendo, ayudando al amigo, a la esposa, al hijo, al compañero de trabajo; puesto que, ese acto de servicio, entregando tus talentos, habilidades, cariño y generosidad, no deben quedarse ahí, en las profundidades de tu ser, escondidos, guardados sin ser utilizados debidamente.
Nadie me está obligando a servir con estas palabras que escribo diariamente, ni es por resentimiento alguno, critica morbosa, o deseos de injuriar o desacreditar; nada de eso, simplemente creo que alguien muy íntimo me ordena hacerlo, me dice que debo ser generoso y procurar, con bondad, iluminar el camino de muchos quienes jamás han conocido la luz del conocimiento divino. Que me desprenda de mis experiencias para crecer, para enriquecer el alma de alguien quien sufre y desea un consuelo, y más en estos tiempos donde reina la envidia, el orgullo falso, la soberbia, la crueldad y la mentira.
Pienso que servir, es lo que todos estamos obligados a obsequiar al Padre Divino que nos creó; y, además, que es un modo progresivo de dar pasitos por la vereda del éxito, una aptitud necesaria para sentirnos mejor en medio de este medio hostil y envenenado por el odio en que estamos viviendo.
“Si queremos un mundo de paz y de justicia, hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor”
Antoine de Saint- Exupéry
.


Dr. Alcides Caballero López         Sábado 2 de septiembre 2017

Monday, October 23, 2017

EL NIÑO INTERIOR

Vi crecer a mi hijo, siempre abierto y receptivo, humilde por naturaleza, siempre aprendiendo, viviendo cada instante de su vida con alegría; en ocasiones me detenía a observarle con más detenimiento analizando sus movimientos y sus palabritas, con sus limitaciones pero llevando consigo un conjunto innumerable de creencias, amor concebido, toda una historia heredada de nosotros, sus padres quienes entregados, el uno al otro, dimos al mundo a este pequeño, mismo que hoy, en su eterna ausencia me hace recordar y saber que también fui niño, que sobreviví a heridas de toda índole, aprendí a construirme sistemas de defensa, mecanismos de una lucha interminable que dejaron en mi íntimo, en lo más profundo, una imagen que aún conservo y que de vez en cuando, a mis setenta y siete años, la muestro al mundo que me rodea con humilde satisfacción.
Me refiero a mi niño interior.
Es esa parte de nuestra psicología que está en comunicación con nuestra alma y toda la potencialidad del ser. Es el mismo que tuvo que soportar una vez heridas que jamás sanaron, el mismo que despierta cuando abrazamos a un gran amigo o nos disponemos a herir a alguien. Ese ser que, tengamos la edad que sea, siempre necesita de amor, comprensión, bondad, delicadeza y cuidados.
¡Cómo me siento feliz cuando alguien ve mi niño interior y le abraza, lo acaricia, le cuenta cosas bonitas, mimándole con delicadeza y llevándolo en el pensamiento como si fuera en sus brazos hasta el cielo!
Esa parte íntima que careció de muchas cosas y por quien, adultos nos dedicamos, vengativos y crueles e insatisfechos, a autodestruirnos, a dañarnos, a herir a los demás o bien, a dar parte del gran tesoro que Dios nos puso en nuestro corazón: el amor. El resultado de todo lo aprendido en nuestra existencia desde que venimos al mundo y que representa la porción amorosa, o rencorosa, vengativa, dolida al máximo que nos produce a menudo miedo irracional, culpa, soledad, o, en su defecto, alegría, generosidad, compasión y bondad en medio de un mar de instintos, intuiciones, talentos, virtudes y emociones.
                                                   2
Ciertamente que es nuestro verdadero ser, el ego real, la parte divina en nosotros, esa piel psicológica herida; ese ser que al aparecer en nosotros, vence todo miedo con la misma valentía del que nos envió a vivir en este mundo.
He visto, en algunos libros, que debemos de sanar a nuestro niño interior para poder transformarnos, para desarrollar nuestra autoestima y obtener la clave para vivir mejor; porque cierto es que, hemos sido heridos interna y externamente; pero, hoy, que hemos sobrevivido a tanto, es menester que nos detengamos a escuchar a ese pequeño; tenemos, pues, capacidad y experiencia para hacerlo y oírle, dejar que nos muestre sus sentimientos y como seres racionales, ponerle limitaciones a su comportamiento si su actuación inocente causa aun daños por doquier. ¿No creen ustedes que es un trabajo maravilloso quedarnos en el silencio de una meditación profunda y comunicarnos con ese niño que está dentro de cada uno, conectarnos con él y comenzar nuestro propio proceso de sanación? ¿De qué otro modo podríamos recuperar esa cascada de ternura y capacidad de amar que Dios puso en nuestros corazones?
Sin embargo, algo nos hace olvidarnos de quienes somos, de dónde venimos y qué tenemos dentro; no nos preocupamos por visualizar al niño en nosotros y pasamos la vida monótona, tosca, embrutecida por las pasiones infames, en conflicto con los sentimientos y con esa verdad que a muchos parece intangible y que se precisa de mucha humildad y sabiduría para verlo jugar alrededor de nuestra alma: el niño interno. Es en esos momentos de olvido cuando nos abandonamos a nuestra suerte y quedamos a merced de un entorno cruel y despiadado que solo sufrimientos nos da y, llenos de falso orgullo lucimos la baja autoestima que permitimos creciera en nosotros mismos.
¿Por qué creen ustedes que nos pasamos la vida buscando el verdadero amor, la felicidad, la real valoración, nuestras reales virtudes, la aprobación de quienes nos rodean, al verdadero amigo y compañero ideal? Porque nuestro niñito interior, herido y dañado en lo íntimo necesita lo que no tuvo en su linda infancia, ese trato gentil y amoroso que deseamos en una esposa, en la hija; ese alimento psicológico del
                                                    3
alma que se olvidaron de darle para que se nutriera de felicidad, satisfacción y esperanza.
¡Pobrecitos de mis padres primorosos y buenos quienes por buscarme el sustento físico y espiritual, atareados por darme une vida mejor, se olvidaron de lo que un niño necesita en su alma! ¡Cuánto les amo y respeto! ¡Cuánto deseo sean, ellos, felices en el reino de los cielos por toda una eternidad!
Nunca, por ningún motivo te desconectes de tu niño interior porque te sentirás muy mal, andarás caminando confundido, esa cara seria revelará que traes un infierno ardiendo en tu corazón, tendrás deseos de llorar de desesperación, la soledad te abrazará y tan fuerte que te será difícil arrancarle de ti y la infelicidad se clavará más profunda en tu mente como si fuera el más afilado puñal. ¡Ah! – Me dices- ¿Crees que ese niño interior es humilde? ¡No! Está saboteando mi felicidad intencionadamente… No, -le respondo- Eres tú mismo con tu necedad e ignorancia, con tu sordera psicológica quien no le escuchas que te pide a gritos la dicha total que te faltó cuando eras aun pequeño y enfermo… ¿Por qué no te acercas a Dios y le pides lo que te hace falta y que te perdone por haber sido tan desobediente y grosero hiriendo con crueldad al niño que había en ti?
Mira, soy un hombre curtido por los años y he aprendido que debo de seguir el camino, no apartarme de él; me refiero al que me lleva a mi desarrollo personal conectando aquellas porciones de la personalidad que yo mismo separé por ignorancia y ceguera espiritual; por eso, cada día que amanece, veo si está a mi lado mi niño interno, el amor por mí mismo, para abrazarle fuertemente y no dejar que se vaya de mí. ¡Vamos, inténtalo! Esa conexión adulto-niño te es indispensable para que cambies tu vida; ese pequeño te llevará de la mano a pedirle perdón al Padre y entonces, todo será distinto para ti. Esta labor, es realmente enriquecedora porque te ayudará a comprender todo lo que en realidad te pasó, ya no dudarás más, la visión que tenías de ti, se borrará en un instante y seguramente que te acercarás, contento, relatándome las nuevas vivencias adquiridas, ya con una visión diferente de las cosas para compartirlas y con las manos llenas de nuevas herramientas para
                                                  4
el nuevo trabajo sobre ti que tienes que llevar a cabo de ahora en adelante.
Se crece en lo personal y el conocimiento sobre nosotros se une a las nuevas experiencias y empiezas a ser un hombre sabio, bueno, humilde, fuerte, sin miedo a nada ni a la misma muerte; aquel matrimonio infeliz y grosero, quedó atrás, tu esposa ha visto en ti a un nuevo ser y te ama más que nunca, las personas que te rodean te verán con confianza y tendrán fe en ti, se reconocerá tu labor y serás el ejemplo para muchos. La baja autoestima desapareció como por encanto y el miedo que te aprisionaba para seguir hacia adelante en pos de la gloria, ya no está. Hoy comprenderás mejor que la relación con tus padres no fue del todo buena y les heriste, les causaste dolor, pero el perdón que viene de lo alto te hará libre de todas las ataduras del pasado.
Pienso que este trabajo no es de un día para otro, el hecho de pedir humildemente disculpas a nuestro niño interior por haberle tenido abandonado por tanto tiempo, te dará el valor necesario para amarle, para brindarle el cariño que todo pequeño necesita. Creo que todos debemos de integrarlo con humilde seriedad y alegría y darle todo nuestro amor.
Bueno, hemos hablado bastante del gran viaje hacia nuestro interior y hemos visto, gracias a Dios, una nueva faceta de nuestros progenitores aceptándoles y perdonándoles en caso de que haya algún resentimiento; por todo, les animo, queridos amigos a conocer a su “niño interior” no se arrepentirán, se los aseguro; y, aunque en esta senda encuentren tropiezos y anormalidades que se deben arreglar, vale la pena volver, de nuevo, como antes a jugar con aquellas piedritas a las que les ponías nombres, y a hacer casitas de palitos secos, y grandes lagunas donde según tu imaginación vivían lindas sirenas, no hay nada de malo que vuelvas a ser un niño otra vez.
Con muchísimo y respetable aprecio a los nuevos niños…
Dr. Alcides Caballero López            Jueves

Monday, October 2, 2017

EL VIEJO TRISTE


El gran filósofo Kant dice unas palabras que me hacen pensar, dice: “la salida del hombre de su auto culpable minoría de edad” que significa el servirse de su propio entendimiento, de la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo.
Recuerdo cuando era niño, cómodo, con muchos temores por las pláticas aterradoras de los adultos, hojeando un librito que alguien me obsequió, jugando alegre, dependiendo de mis padres queridos que se encargaron de mi supervisión, ahora, se han ido para siempre dejándome en un plano lleno de dificultades, luchas y trastornos que había que resolver satisfactoriamente, sorteando peligros y luchando por construirme un hombre quien precisó de una familia para mi descendencia; fastidiosa y difícil como hermosa tarea, cuya naturaleza propia me hizo subsistir y conquistar una profesión para satisfacer las necesidades inherentes a mi grupito familiar.
No crean ustedes que son muchos los que logran salir de esa “minoría de edad” por esfuerzo espiritual; pero, sin embargo, les vemos ir con paso seguro guiando bien o mal a sus hijos. Inevitable destino humano.
Esta mayoría de edad, en la que se toman muchas decisiones respecto de los hijos ya mayores por cierto, legalmente autónomos, maduros emocional e intelectualmente como para buscar cada uno su pareja y continuar así procreando una descendencia; etapa en la que ya se es independiente.
¿Cuál es en este momento la labor de los padres? Reeducar, ser mentor de sus hijos a través del amor, consejeros cariñosos, procuradores y guía en el campo de la autoestima de un adulto quien a partir de los recuerdos agradables de su niñez, percibe lo dulce de la libertad para tomar elecciones personales, buscar trabajo, ahorrar para días venideros etc...Conviene dejar bien sentado que, si los hijos mayores aún viven en casa de sus padres, ellos tienen autoridad sobre estos hijos imponiendo las normas de vida de aquella familia.
Es más o menos a grandes rasgos la secuencia de la trayectoria biológica que seguimos; el tiempo pasa, no se detiene ni un segundo y deja en el hombre las indelebles marcas por las que se reconocen; por ejemplo, a los 35 años donde aparecen alguna que otra canita, una arruga por aquí, pérdida de masa muscular y las consecuentes
                                                 2
modificaciones a nivel de familia, el régimen de relaciones es distinto, vemos la partida de nuestros hijos y tomamos conciencia de la temporalidad de la vida, nos volvemos, pues, psicólogos naturales; aparecen las enfermedades, la muerte de miembros de la familia o amigos que a menudo dejan huellas imborrables y tristes en nuestra memoria.
Las crisis se suceden sin descanso, nuestros padres que fallecieron; son momentos en extremo difíciles de sobrellevar; es el tiempo y una saludable aceptación la que nos calma el dolor en el alma para luego seguir adelante.
Poco a poco sobreviene la vejez, es tiempo de crear nuevas relaciones y buscar las distintas maneras de ser útiles; unos, se jubilan y se dedican perezosamente a descansar sus últimos años, otros, nos dedicamos a servirnos de nuestra profesión para dar, para continuar dándole a la humanidad lo que Dios manda; y hay quienes, enfermos, pasan momentos difíciles preguntándose: ¿Por qué me pasa esto si siempre fui cumplidor de las leyes y del amor?
Nos instruimos y nos damos cuenta de que nuestra vida sexual, aunque decrece un poco después de los cincuenta años todavía es activa, aunque nuestra pareja pasa por sus naturales períodos como la menopausia en la que “descansamos” de la actividad sexual, a menos que el varón sea un poco promiscuo y continúe con otras personas “ejercitando” su sexo; pero, nos adaptamos al acontecer físico, psíquico y emocional de nuestra pareja, sea por conveniencia, cultura, necesidad etc. Aunque déjenme decirles que una vida sexual activa y satisfactoria en nuestra ancianidad es signo de bienestar en todos los sentidos.
El problema sobreviene, cruelmente severo cuando lo que debería de ser una etapa hermosa, se vuelve una quemante llama de desprecios, cuando lo ven a uno de reojo, ya nadie entabla conversación con nosotros y parece que pasamos la vida desapercibidos de aquellos a quienes dimos muchísimo amor, cariño, cuidados y les pusimos en el mejor de los caminos hacia el éxito y la grandeza.
Languidecemos, es decir, notamos que perdimos la fuerza, aquellas energías, la lozanía de antaño se fue con el viento de la vejez; y, aunque
                                                 3
es prácticamente imposible de sentirnos tristes, doblegados, viendo como inexorablemente cambiamos más y más conforme a los días, sabemos que es importantísimo mantener la misma actitud de vida que requerimos en toda nuestra existencia, siempre activos hacia una realidad que no aceptamos pasivamente; sin embargo deseamos vivir más, conocer más, saber que hay en los años por venir.
Y pensamos con cierta amargura: “Si hoy que aún tengo un poco de fuerza, me desprecian, me maltratan verbalmente, y con desfachatez me faltan al respeto sin sentir la más mínima molestia, ¿Qué será después, cuando mis piernas no me puedan sostener y mi voz se haga apenas audible porque no hay fuerza en mis pulmoncitos para hablar con aquel garbo de antaño?
¿Qué será de mí, Dios mío? Si hoy hasta me parece que hasta Usted, Señor, se ha olvidado de mí porque me siento solo, angustiado, ansioso por la falta de cariño a mi persona; porque aunque aún le sirva a mi familia, no me agradecen la tremenda lucha en la que solo el amor me hizo vencer, el deseo de ver realizada a mi hija, al hijo amado, al nieto que tantas veces recogí cuando caía. Y a mi pareja, quien por tener unos cuantos años menos, menosprecia mi figura transformada por el tiempo y cuando tiene la oportunidad me zahiere, es decir, me humilla, maltrata y molesta sin razón.
¿Y es ésta la ley de la vida? ¿Y es todo este sufrimiento necesario para volver a sentir que estoy en una lucha sin cuartel contra una forma de vivir desconocida para mí en la que tengo también que vencer, salir airoso, y esperar que venga por mí la muerte para llevarme al descanso total? O bien, pensar como Don Miguel de Unamuno: “Jamás un hombre es demasiado viejo para recomenzar su vida y no hemos de buscar que lo que fue le impida ser lo que es o lo que será”.
Dr. Alcides  Caballero López         Domingo 27 de agosto 2017

Friday, September 15, 2017

LA CRUELDAD

LA CRUELDAD
          Inmediatamente que veo esta palabra se me viene a la memoria lo que un padre de familia salvadoreño me dijo:” ¡Si, es cierto que soy cruel con mi hijo, pero es para hacerlo un hombre! Es la estupidez más solemne que haya escuchado.
          Definimos a la crueldad como una respuesta emocional al obtener placer haciendo sufrir innecesariamente a otros; la considero un problema, un desajuste psicológico, un desorden antisocial como dice la nosología pediátrica. ¿Nosología? Describir, diferenciar, explicar y clasificar las enfermedades. Para mí es un desorden de la conducta de los niños. ¿No se han fijado ustedes que a algunos niños les gusta hacer sufrir a los animalitos? Pues esa propensión a la crueldad les lleva al sadomasoquismo (Personas que se satisfacen sexualmente con el dolor físico y psíquico de su pareja)En la escuela observamos a niños humillando a otros con frases crueles, ofensas, y a padres que hacen sufrir a sus hijos por haberse comportado mal.
          Si tu obligas a tu hijo con regaños y amenazas para que haga su tarea, ¡Eres un papá cruel! Hay hijas quienes hacen llorar injustamente a su viejito padre, maltratando al abuelo tanto física como emocionalmente, porque le ven desamparado y débil. Cuando era un niño veía carreteros cargando las carretas excesivamente, los pobres bueyes apenas podían arrastrarle; una vez lloré al ver que ahorcaban a un perro. Más tarde comprendí que yo, no era cruel. Hay personas que provocan enorme daño con tranquilidad al ver a otro indefenso. Nuestra especie, pues, es cruel. Muchos de nosotros no lo somos.
           Millones de animales son ejecutados a diario a cuchilladas o golpes tremendos en la cabeza, solo para satisfacer las necesidades de carne a los humanos, o bien, haciéndoles comer y comer, encerrados para engordarlos y luego matarles; o les arrebatan las crías a las madres para lo mismo (¿Es esto crueldad o no?) En los pueblos pequeños se ven a niños con sendas hondillas, matando pajaritos, ya desde pequeños es un juego matar. ¿Por qué existirán esos multiasesinos pandilleros ahora? ¡Quién sabe! ¿Verdad?
           Sería justo que de pronto apareciera una especie extraterrestre que hiciera lo mismo con nosotros porque necesitaría de nuestra carnita
                                                   2
para sobrevivir. Imagínense un mercado donde se venda carne humana. ¿Les gustaría? ¿Verdad que no? Y esos cazadores con sendos rifles asesinando a mansalva a los animales, ¿No son unos cobardes? “Es que nosotros tenemos derecho sobre los animales” –arguyen- Y ¿Qué me dicen de la esposa cruel e ignorante que desprecia al padre de sus hermosos hijos, quien le dio su vida y posesiones, hoy lo “hace menos” le hace sufrir solo porque ya está viejo?
           Desde el punto de vista psiquiátrico, la crueldad es un trastorno psicológico, obtener placer con el sufrimiento del otro, a menudo se transforma en sadismo. (Excitación por crueldad extrema)
           En la televisión vemos a menudo escenas de sadomasoquismo donde la mujer, amarra de pies y manos al varón desnudo, luego le da de latigazos, le araña y muerde solamente porque esto, la excita. En Estados Unidos y otros países “civilizados” hay tiendas donde se venden estos “juguetes sexuales eróticos” pinzas para pezones, látigos, esposas, etc. El sitio tiene un rótulo que dice: “Lencería erótica”. En estas prácticas anormales los dos están de acuerdo. Hay algo cruel que quiero incluir en esto, es el síndrome de Florence Nightingale, donde el médico o el enfermero (a) se aprovecha de sus pacientes sexualmente.
           ¿Que sería lo contrario a cruel? Ser delicado, fino, suave, cariñoso, compasivo, apacible, misericordioso, manso, reposado, bondadoso, gentil y amoroso. ¿Cuál de estas denominaciones te queda?
           Hay muchas personas que son frías, indiferentes, que no muestran afecto ni entusiasmo ni interés por nada, nada les impresiona ni emociona; es decir, son displicentes, insensibles, despreocupados, les “vale” todo, ven las cosas con desdén y desamor. Ser frío, es una forma sutil de ser cruel ¿Por qué son así? Bueno si eres frío en medio de muchas personas, das mucho que decir de ti, pero solo son conjeturas, no daña tu reputación. Si ser así te ayuda a ser mejor que los demás, a sobresalir en algo, entonces, es bueno sin con ello no lastimas a nadie; pero no seas frío ni con tu familia ni con tus amigos que te aprecian, porque te sentirás aislado, solo, despreciado, nadie va a querer estar contigo.
                                                     3
            Hay quienes son crueles consigo mismos, beben licor o drogas, dañando su cerebro y otros órganos; se enfurecen poniendo su sistema circulatorio en peligro; tienen relaciones sexuales con desconocidas sin temor a quedar enfermos hasta morir, eso es ser cruel con uno mismo. ¡Ya deja de serlo, por favor! Te aseguro que para que te sientas feliz, debes de crear esta felicidad dentro de ti, razonando, observándote si actúas como animal o como ser humano pensante. Mírate en un espejo y piensa preguntándote: ¿Veo a un ser humano normal, a un loco, a una bestia humana, a un buen padre, hermano, hijo, amigo, ¿Me quiero a mi mismo?. Haz esto siempre y verás los resultados; los demás, te verán con admiración, agrado y respeto.
           Toda persona destructiva es cruel porque no está en paz consigo misma, no se sienten bien con ellos ni con Dios. No hay quien no necesite ser relacional, es decir estar en contacto con los demás, disfrutar, reírse, sentirse contento, pero también es necesario que tenga momentos de soledad para observarse y conocerse mejor, recuperar su paz interna después de alguna dificultad; esto es positivo, es una de las maneras de conocer al verdadero amor.
           Un acto de crueldad actual, es la política migratoria de Donald Trump, la deficiente enseñanza en nuestras escuelas, la proliferación de centros de vicio sin controles sanitarios, los periódicos amarillistas como el “mas”, “mi chero” y los de siempre; un acto de crueldad significativo actual, es no combatir nuestra ignorancia.
Decía Cicerón: “Nec est umquam utile quod est crudele” La crueldad no trae nunca consigo ningún provecho.
 
 
Dr. Alcides Caballero López

Wednesday, August 9, 2017

EL HIJO INSOLENTE

EL HIJO INSOLENTE
 
¿Qué significa insolencia? Es una cualidad personal cuando se habla o se actúa irrespetuosamente y hasta ofensivo. También le podemos llamar: atrevido, descarado, desvergonzado, procaz, impertinente, ofensivo, orgulloso, molesto. A menudo nos resulta un hijo respondón, arrogante, que replica a las órdenes que se le dan y se enfadan con los comentarios de sus compañeros o de los adultos, con gestos, desviando la mirada, suspiros sarcásticos, conducta que no debemos dejar pasar, hay que corregirla. No debemos dejar pasar estas cosas en nuestros hijos.
 
Aunque sabemos que la televisión transmite programas inadecuados para los niños o muchachos, nuestro deber es orientarle tranquilamente explicándole lo incorrecto de la actitud que acaban de ver en la tele; y, hacerle ver la manera correcta de comportarse; es decir, aprovechar el mal ejemplo visto en la televisión para enseñarle.
 
A menudo, en nuestro medio, son los padres los responsables de la insolencia de los niños y adolescentes. Ahí vemos al viejo platicando con sus amigos diciendo palabrotas y bebiendo licor; o bien, tratando mal a la esposa, a sus empleadas si las tiene, y hablando mal de alguien frente a sus hijos que absorben inconscientemente la conducta de su papá. Seguro que harán lo mismo y cuando se les pregunta dirán: “Si tu dijiste eso la vez pasada”
 
Si no son los padres, son los hermanos mayores o los familiares que se comportan como su papá; o en la escuela, imitan a sus compañeros mayores, por eso estemos pendientes del comportamiento de nuestros muchachos para corregirles inteligentemente. Hay niños maltratados, no queridos, quienes usan su mal comportamiento para descargar sus frustraciones, su rabia.
 
Estas actuaciones son en apariencia inocentes, cuando empiezan; a menudo, los padres le celebran al niño “su gracia”, así le llaman los ignorantes a la palabrota que el niño aprendió. No señores, hay que cortar este mal desde la raíz; quizá fue en la radio o en la tele que la oyeron y aprendieron, o sus amiguitosEsto, si no se corrige, lo llevan hasta que son grandecitos. Vean, el 90 por ciento de los niños en nuestro medio son soeces, malcriados, dicen sendas palabrotas y son
                                               2
vulgares; en casa son unos “santitos” ¿Qué fue lo que pasó? Que no le enseñaron desde niño a diferenciar el buen modo de hablar del lenguaje procaz y malvado. Por eso, señores padres de familia, no minimicen la realidad. Eso que dijo su niño no es una “ocurrencia “ni una “gracia” es una palabra fea, sucia, vulgar. Haz que no la diga nunca más. ¿Cómo?
Tú sabrás, eso sí, sin golpearle. Por favor, razona…Ignorar esta conducta en el hijo es como darle permiso a que sea un insolente siempre. No corregir al niño aunque estés en un lugar público puede ocurrir que al rato se le olvidó lo que hizo y lo volverá a hacer; por eso, al llegar al hogar, repetirle que aquello que hizo es dañino. Es mejor prevenir a tiempo.
 
¿Te parece difícil prevenir estas insolencias? Habla siempre con él, enséñale, dile como debe de hablar, como solucionar sus dificultades antes de que sucedan. Vamos a ver: Le pides que limpie su cama y sus cosas; se enoja el muchachito. No importa, párate frente a él con seriedad y oblígale a hacer las cosas que le mandas.
 
A veces no quiere ponerse la ropa que la mamá le puso en la camita, acércate a él y dile que si no le gusta que elija otra él mismo, pero sin mostrarle enojo, “con educación”.
 
A lo mejor está imitando a alguien, o al que vio en la tele; por eso debemos de estar siempre vigilantes de lo que nuestro hijo ve para enseñarle cómo deben de ser las cosas y no vaya a aprender detalles inapropiados. A veces se comportan violentos porque están cansados, aburridos, investiga, hazla de detective, quizá le atiborran de tareas escolares, muchas actividades para su edad.
 
Muchos niños se acostumbran a decir “guácala” a la hora de la comida. ¡Corrígelo! Dile que así no se habla, un niño educado sabe cómo decir las cosas bien; que no le diga a su mamá que su comida está cruda o mal hecha, este comentario debe de hacerlo en privado con ella.
 
Nunca actúes de manera exagerada ni armes la gran pelea con tu esposa porque defiende al malcriado, ten calma viejo, mucha calma, relájate, y di las cosas con respeto para que el niño te oiga y aprenda de ti lo mejor. Que el niño dijo una grosería, no le regañes, solo dile que
 
                                                 3  
esa forma de hablar no es la correcta, que aprenda a hacerlo mejor, que confías en él. A veces se enojan mucho, no lo hagas tú también papá, dile que entiendes su enojo, pero que los hombres nunca se enojan que eso no es propio, que te diga el problema para resolverlo juntos, es una bonita y efectiva manera de quitarles esa costumbre de enojarse por todo. Una vez que hayas calmado los ánimos del niño, regresa al tema que lo encolerizó y háblale, explícale; si ser padre, no es cosa fácil, me refiero a un padre de verdad.
 
Nunca le insultes diciéndole “tonto” o “maleducado” mejor te pones a platicar calmadamente con él y ayúdale, a lo mejor no puede hacer lo que le mandas o le exigen en la escuela. Otra cosa, dale oportunidad de elegir: ¿Quieres ir conmigo? ¿Te pones la camisa de cuadritos o la roja?, eso de que tenga poder de elección desde chico, es bueno. No vayas a salir conque ¡Ponte la camisa roja sin enojarte y te compro el juguete que me pediste! Así solamente lo estas recompensando por no hacer las cosas mal.
 
Tus órdenes deben de ser estrictas. ¡Ve a dormir! ¿Apaga esa televisión! No le preguntes si quiere hacerlo o no. A veces jugando, se resbala y dice “No me caí, tonto” ¡Ah, no. A mí no me trata así. Nunca!
¿Entiende? Ahí puedes elevar un poco el tono de voz.
 
Si en el súper mercado o la tienda quiere algo y se enoja porque no se lo compras. Dile con calma: Si te enojas, no te compro nada, o no te dejaré jugar con tu amigo hoy, y se acabó.
 
Cuando hables con tus amigas, mamá, por favor respétate, que no te oiga tu hija desembuchar tus formas groseras de hablar, ella aprenderá y te tratará igual en cualquier momento.
 
Quiero tocar algo de mucha importancia, espero no aburrirles, pero es necesario que comprendas que mucha televisión es negativa en la vida de niños y adolescentes; así como la tele les distrae, también es fuente de información, pero también puede resultar nociva en la formación integral de nuestros hijos. El valioso tiempo frente a una tele lo pierden para el estudio, para la lectura. Ahora niños de tercero y cuarto grado apenas pueden leer y no realizan sus tareas escolares por pasarse frente al aparato televisor. Hay detalles científicos que son
                                                  4
interesantísimos e importantes, jugar para una interacción con otros niños, mejorar la relación familiar; ver mucha tele les dificulta la habilidad de desarrollo social, actividades muy necesarias para que se hagan seres íntegros y tengan siempre un liderazgo positivo.
 
¿Pero que sucede en nuestro medio? Que no hay control de los padres y los niños recogen información inapropiada. Una persona adulta logra diferenciar entre la fantasía y la realidad; un niño y un joven no.
 
¿Ya te diste cuenta que tu niño de siete años ve pornografía? Si, el 95%
de nuestros pequeños accede a canales pornográficos. Hay estudios recientes indican que niños entre siete y once años ven tele porno, aunque les pongan filtros. ¿Crees que está bien que tus hijos vean pornografía?; no, no está bien porque se está desvirtuando la verdadera respuesta sexual humana, son programas donde exageran las emociones. ¿Qué hacer, entonces?
 
El control parental. Los padres tienen que abordar el tema de la sexualidad con los hijos pequeños, hablemos con él tratando de desvirtuar el concepto negativo de estos programas. A cierta edad, es normal la curiosidad en los pequeños, especialmente cuando nos damos cuenta que están descubriendo su sexualidad, niños y niñas que se cargan de dudas y tanto el papá como la madre son los encargados de adiestrarlo en la verdad, además, los padres tenemos en contra los conceptos que reciben en la escuela de los niños mayores. Hay que educarles bien en esto, cuanto más pronto se hable de sexualidad con ellos, menos dudas, menos buscarán auxilio en la tele, además, crearemos en nuestro hijo una confianza más firme, cosa muy útil para ayudarles en su desarrollo.
 
― Sófocles

 
 
Dr. Alcides Caballero López            Miércoles 9 de agosto 2017